No eres la primera persona que se ha preguntado esto al ver la casa desordenada. Te resulta abrumador, piensas que no vas a poder abarcarlo todo y te sientes sobrepasada. Te rindes antes de empezar.
Bueno, respira hondo y relájate. Hay tarea por delante y no querrás hacerlo a lo loco ¿verdad? Voy a darte unas pautas para que pierdas el miedo al comenzar y no saber cómo ni por donde.

- Céntrate en un objetivo
Mientras respiras y te relajas un momento, piensa qué zona crees que necesita más orden porque te perturba cada día. Puede que sea la despensa, porque los alimentos no están ordenados por categorías y te cuesta encontrar ingredientes. Igual hay paquetes rotos y su contenido cae a la superficie. También hay cosas caducadas. Si consideras que esa es la peor zona, empieza por ahí.
Si cada mañana te cuesta encontrar las prendas para vestirte y eso te supone una gran perdida de tiempo, ataca primero al armario. Quizás debas plantearte un sistema de ordenación diferente y comprar algunos contenedores para optimizar el espacio.
En cualquier caso, céntrate en hacer sólo una cosa. Habrás conseguido un logro y eso te va a animar para continuar con el proceso.
- Elimina trastos
Otra forma de deshacerte del desorden en casa es eliminar trastos inservibles, desde un boli, correspondencia, ropa, revistas, objetos rotos y todo lo que veas inservible.
Empieza por lo visible: date una vuelta con una bolsa e introduce todo lo que no sirva que esté a simple vista. Una vez que eso esté hecho, comienza por un cajón: tira las cosas inútiles, pero no hace falta que lo ordenes si no quieres o puedes. Ya lo harás más adelante cuando hayas terminado de eliminar objetos. Y piensa en lo ventajoso que es ordenar sin tener los trastos, eso ya está fuera de tu vida y el orden es más simple.
Cuando termines, puedes decidir si hay algo para donar dentro de esa bolsa antes de llevarlo a reciclar.

- Ordena según te resulte más cómodo
Organiza las cosas según tu criterio. Hay muchos sistema para ordenar. Conocerlos está bien, pero no intentes algo que te va a resultar imposible mantener porque no se adapta a tu personalidad. Tu sistema debe ser eficaz, de forma que no tengas que pararte a pensar cada vez que vas a guardar algo.
- Mantén lo ordenado como rutina
Dedica un tiempo a mantener el orden. Cada cierto tiempo, ya sea una vez a la semana o cada dos deberás dedicar 10 minutillos a revisar que todo siga correcto. No es mucho tiempo, pero así evitas de nuevo el caos.
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