¿En qué se nos va el dinero? La pregunta a la que buscar respuestas
Esa pregunta nos la hacemos a menudo. Si lo piensas, cobra sentido la expresión «liquidez» porque el dinero es agua que se nos escurre entre las manos. Si tienes gastos fijos elevados comparándolos con los ingresos, cualquier imprevisto te deja temblando o, lo que es peor, fuera de juego.

Tener capacidad de ahorro requiere de cuatro ingredientes:
- Intención
- Saber cuál es tu situación presente
- Planificación realista
- Voluntad para llevarlo a cabo
¿Te ha dado pereza al leer los puntos 2 y 3? Si sólo cuentas con la intención y la voluntad de ahorrar, puedo aportarte unos sencillos y eficaces pasos para conseguir que tengas un fondo de reserva en pocas semanas.
¿Puedes llegar a ser una persona ahorrativa y planificada?
Sí que puedes, pero es complicado llegar a eso en un solo paso. Debes aspirar a ser una persona con las cuentas saneadas, de tal forma que te puedas permitir unas vacaciones, una mejora en tu hogar o cualquier otra cosa con la que lleves tiempo soñando.
Esa perspectiva del premio final te llevará a tomar conciencia y tendrás mucha más ilusión y predisposición para plantearte los pasos 2 y 3.
Los pasos para ser una nueva persona ahorradora
- Primero: Gastar y apuntar
Aunque parezca una contradicción, tu primer paso para aprender a ahorrar es gastar como haces habitualmente. Pero con una condición: apunta todos y cada uno de tus gastos. Se trata de que seas una persona honesta contigo y no se te escape ni un céntimo de euro sin saber en qué se ha empleado. Así tomarás conciencia y te servirá para lo siguiente:
- Eliminar gastos superfluos
- Buscar opciones más económicas en aquellos gastos que no puedes evitar

- Segundo: Revisa habitualmente el estado de tus cuentas en el banco
Es posible que evites mirar tus cuentas para no constatar tu realidad. Pero debes hacerte con esa rutina para empezar a tomar el control. Te va a servir para:
- Saber el gasto actual de las tarjetas de crédito y débito
- Conocer futuros cargos que suelen anticipar: seguros, impuestos y otros gastos fijos
Una vez que te hayas familiarizado con estos dos puntos y sean una rutina en tu vida, querrás pasar al siguiente paso.
- Tercero: Haz un presupuesto
Ya has podido estudiar tus gastos fijos y los caprichos. También conoces tus ingresos, ¿verdad? Pues ahora toca saber lo que te queda de esa resta. Pero ojo, en este momento debes restar a tus ingresos tus gastos fijos (nada de meter caprichos). Si queda algo, aunque sea poco, no te desanimes. Hay camino por recorrer e ir afinando para ser una ahorradora experta. Siempre podrás aspirar a aumentar tus ingresos en un futuro, pero este es otro tema.
- Cuarto: Reserva tu ahorro a primero de mes

Una vez que hayas realizado todos los cálculos podrás establecer la cantidad mínima de dinero que puedes ahorrar cada mes. Lo ideal es tener una cuenta bancaria sólo para el ahorro, pero es posible que los gastos de mantenimiento se coman parte de lo ahorrado. Tienes dos opciones:
- Ver como crece tu cuenta bancaria habitual, sabiendo que hay dinero que no podrás tocar
- Guardarlo en efectivo con la promesa de no tocarlo (ni perderlo)
Las primera es más segura, pero es algo que debes decidir tú.
- Quinto: Haz días de dieta de gastos
La idea original es realizar 21 días de ayuno total, sin comprar nada. Tal vez no sea viable porque hay que llenar la nevera cada pocos días. Pero puede resultar interesante gastar lo que hay en casa durante unos días y no comprar nada de nada ¿Cómo crees que te iría?
Es un buen sistema para vaciar nevera y despensa, que muchas veces tiramos comida que se nos ha estropeado o caducado porque siempre acudimos a lo más fresco o lo que nos gusta.
Esta ha sido mi pequeña guía para ayudarte a dar tus primeros pasos en el mundo del ahorro. La intención es que te sirva de base y la puedas poner en práctica. Espero que te haya resultado útil. Y me encantaría saber cuál es tu experiencia en el mundo del ahorro. Un saludo, ¡nos vemos por aquí!
